miércoles, 18 de marzo de 2020

Cuarentena

Y así nos dimos cuenta Que las luces que nunca dormían, se apagan
Que los invencibles, se recluyen temerosos,
Que poco importa si eres pobre o poderoso,
Que hoy, volvemos a ser nosotros: humanos...


Hoy, se quebró el espejismo: más valía tiene una enfermera que una farandulera,
que más valor hay en un interno de medicina que en un furbolista,
que hay más honor en cuidar de los demás, que en cuidarse uno mismo.

Y hoy encerrados en nuestro solar,
con miedo, esperanza y sin certezas,
se volvió importante el reunirnos en una mesa,
ante un fuego, a contar historias que iban a ser olvidadas, a recordar, a saborear y a soñar...

Hoy cuando entendimos que lo que le pase al de junto, nos incumbe,
que entendimos que podemos estar solos pero no somos aislados,
Que sabemos que una mirada dice más que mil palabras,
nuevamente valoramos el estrechar una mano.

Entendemos hoy, el miedo y la esperanza
entendemos que un fragmento de proteína, pudo más que cualquier político y burocrata
un fragmento de proteína nos recordó que somos parte de un todo.

Saldremos de esta, pero como siempre hemos salido, como comunidad, como humanidad;
volvimos a ser aquel grupo de proto humanos, sentados ante el fuego, en familia, temerosos de la oscuridad.

Ahora nuevamente entenderemos que los besos y abrazos son para quienes queremos amamos,
que un apretón de manos es para quienes confiamos y apreciamos.

Un segmento de proteína ha derribado fronteras, ha cruzado mares y cielos,
nos ha encerrado y ha sacado de nosotros nuestros primitivos miedos;
pero también nos recordó que no somos dueños de este planeta,
que somos seres de paso en un cosmos que no nos pertenece y al que pertenecemos.


Venecia con aguas cristalinas,
fauna que recorre calles en Roma, Madrid y Canadá; aire más limpio en Quito se oye a los pájaros cantar, la tierra necesitaba un respiro
y esto pone a pensar :
 No será que la humanidad, es para el planeta la epidemia viral??


César López.